El sistema de riesgos del trabajo refleja un derrumbe productivo: menos empresas, menos empleo y consumo estancado. La recuperación se posterga para 2026.

En noviembre de 2023, mes base para evaluar la gestión del Gobierno de Javier Milei, el sistema de riesgos del trabajo sumaba 511.337 empleadores y 9.840.290 trabajadores. Para junio de 2025, esa cifra se redujo a 496.035 unidades productivas y 9.621.034 trabajadores asegurados, según datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT).
El retroceso equivale a la desaparición neta de 15.302 empresas que empleaban a uno o más trabajadores y a una disminución de 219.256 puestos de trabajo en menos de dos años. «Por unidades productivas se entiende a entidades, empresas u organismos públicos o privados que reúnen a una o más personas trabajadoras, y que producen bienes o servicios», aclara la SRT.
Las áreas más golpeadas en términos de empleo fueron la administración pública, defensa y seguridad social obligatoria, que perdió 89.794 trabajadores; la construcción, que redujo su plantilla en 81.463 empleos; los servicios de transporte y almacenamiento, con 53.101 empleos menos; y la industria manufacturera, que registró una caída de 43.063 puestos.
Con 512.898 unidades a fines de 2023, el número de empresas descendió fuertemente durante la primera parte de 2024, afectado por la devaluación y la «motosierra» que paralizó la obra pública y redujo el empleo estatal. Luego comenzó una lenta recuperación que se frenó en septiembre, al igual que el número de trabajadores, que pasó de 9.893.914 en diciembre de 2023 a 9.621.034 en la primera mitad de 2025.
Estos retrocesos se explican por despidos, retiros voluntarios y cesantías en los sectores público y privado, en un contexto en el que la actividad económica no logra repuntar y la caída de ingresos de las familias limita la capacidad de consumo.
El consumo volvió a caer en agosto
La recuperación del consumo se estancó en agosto, en medio del encarecimiento del crédito, la caída del poder adquisitivo y el deterioro de la confianza del consumidor. Según Scentia, el consumo masivo bajó 1,9% frente a julio, con caídas en kioscos y almacenes (-4,4%), autoservicios (-2,2%), farmacias (-2,6%) y mayoristas (-0,9%). Solo el comercio electrónico (+5,2%) y las cadenas de supermercados (+2,2%) mostraron crecimiento mensual.
- El índice de la Universidad de Palermo reflejó un descenso de 3,2% en el consumo privado mensual, pese a un avance interanual de 5,5% y once meses de suba. Sin embargo, la venta de carne vacuna, aviar, servicios gastronómicos y turismo sufrió un retroceso.
El Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad Di Tella cayó 0,3% frente a julio y acumula una baja de 13,5% desde diciembre de 2024. Según el CEPA, la evolución del consumo está fuertemente ligada a la dinámica salarial: entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, los trabajadores registrados perdieron 7,3% de poder adquisitivo.