Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el total de animales faenados alcanzó 5.513.000 cabezas, lo que también implica una baja del orden del 8% respecto de igual período del año anterior.
El consumo de carne vacuna en Argentina alcanzó un mínimo histórico en 2024, con una proyección anual de solo 44,8 kg por habitante, muy por debajo del promedio histórico de 72,9 kg. Esta tendencia decreciente se ha visto agravada por la recesión económica y el cambio en las preferencias de los consumidores hacia fuentes de proteínas más económicas como el pollo y el cerdo.
- Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el total de animales faenados alcanzó 5.513.000 cabezas, lo que también implica una baja del orden del 8% respecto de igual período del año anterior.
La producción de carne bovina también ha caído, ubicándose en 1,26 millones de toneladas en los primeros 5 meses del año, un 8% menos que en igual período de 2023. Esto se debe a que el aumento de la producción durante 2023 produjo una caída en las existencias bovinas, que cerraron 2022 en su nivel más bajo en 10 años, con 52,8 millones de cabezas.
Como resultado de esta menor producción y faena, se espera que el consumo interno de carne vacuna siga disminuyendo en 2024, llegando a ser el más bajo en al menos 110 años. Sin embargo, las exportaciones han aumentado, alcanzando su segundo mejor registro anual desde 1990, lo que ha compensado en parte la caída del consumo interno.
- Pese a la tendencia decreciente, Argentina continúa siendo uno de los países con mayor consumo per cápita de carne vacuna a nivel internacional, superando ampliamente a países como Estados Unidos, Australia y Chile.
Finalmente, se proyecta que en 2024 el poder de compra de los salarios alcance para adquirir 146,6 kg de asado, un 5,6% menos que en 2023, reflejando la caída del consumo promedio por habitante.