Según datos de la Secretaría de Energía, noviembre no fue la excepción y las ventas de combustibles volvieron a desplomarse en las estaciones de servicio del país. En el sector, según trascendió, no creen que el equipo económico que comanda Axel Kicillof rebaje todavía más los precios

La desaceleración que viene registrando la actividad económica en los últimos meses también se viene reflejando en los surtidores.

Según datos de la Secretaría de Energía, publicados la semana pasada, noviembre (último mes relevado) no fue la excepción y las ventas de combustibles volvieron a desplomarse en las estaciones de servicio del país.

El consumo de naftas y gasoil cayeron en promedio 5% respecto del mismo mes de 2013. En el caso de las naftas, tanto la premium como la súper descendieron en términos interanuales, un 4,23% y 5,01%, respectivamente; mientras que el gasoil mostró una caída mayor y el grado 2 (el más utilizado por los automovilistas) registró una baja de 6% interanual.

Si bien las cifras publicadas corresponden al mes previo de la rebaja del 5% que a fines de diciembre aplicó el Gobierno junto con las compañías petroleras a los combustibles, en las bocas de expendio no creen que el declino se revierta.

Fuentes del sector consultadas por el matutino El Cronista consideraron que el ajuste no resulta significativo a la hora de llenar un tanque. Para Luis Malchiodi, presidente de la Federación Entidades de Combustibles de Buenos Aires (Fecoba), «es una cuestión cosmética y política y no tiene mayor importancia para el consumidor porque en un tanque lleno representa sólo $30 de ahorro y por lo general, además, poca gente hoy llena el tanque con estos precios».

Coincidiendo con su lectura, Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco (Cecach), evaluó que la medida se trata «de una pequeña reducción que generó una expectativa del consumidor con sabor a poco. Los precios, así y todo, escalaron un 45% en el año».

En las estaciones, a su vez, no creen que el equipo económico que comanda el ministro Axel Kicillof rebaje más los precios porque impulsaría un mayor consumo y, por ende, un mayor nivel de importaciones para abastecer a una demanda que no puede ser cubierta por una producción local en picada, en medio de una crisis de balanza de pagos y escasez de dólares.

De esta manera, las proyecciones de los estacioneros para 2015 son las de un año difícil y sostienen que lo único que podría revertir la caída de las ventas sería una recomposición en el salario de los consumidores.

«El escenario para este año es el de una inercia en la baja de la demanda. El volumen despachado mejorará en la medida en que mejore el nivel de ingreso de las familias, a través de acuerdos salariales, que empujen el consumo», explicó De Paoli.

Pero además del precio, los indicadores de la macro también pesan en el descenso de la demanda. Malchiodi señaló que «el número de 0 km que se incorporaron al parque automotor el año pasado fue inferior y tuvo impacto en el descenso del consumo de naftas».

Hace dos días, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), dio a conocer que en todo 2014 se patentaron 683.485 unidades 0 kilómetro, registrando una caída de 28% en relación con el año anterior, como signo de una retracción en la actividad.

Según el titular de Fecoba, en 2014 las naftas anotaron una caída de 10% y el gasoil de 12% (todavía faltan los datos oficiales de diciembre). En el caso de este último combustible, según su visión, «mucho tiene que ver la contracción de la economía, donde el sector agroindustrial se está viendo afectado».