Mientras crece la polémica sobre el lugar en que se realizará el traspaso de la banda presidencial, La Cámpora mantiene firme la convocatoria para movilizar a la militancia al Congreso el 10 de diciembre, justo el día en que Mauricio Macri asumirá la presidencia en reemplazo de Cristina Kirchner.
Máximo Kirchner, líder de la agrupación, defendió ayer la convocatoria. «Es muy sano para la democracia que después de mucho tiempo haya gente que quiere despedir a la Presidente y no que se tenga que ir en helicóptero o escondido», dijo el diputado nacional electo, durante una charla en el auditorio de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.
La Cámpora ya había justificado la iniciativa con un comunicado que difundió anteanoche. «Acompañar a CFK no es más que la confirmación de lo que decimos en nuestras canciones. Lo que cantamos lo creemos. Cantamos que siempre vamos a estar y así será. Con el mayor orgullo y con una inmensa alegría», dice el texto.
Con el título «6, 7, 8… el 9 y el 10 también», el comunicado detalla que la militancia hará dos despedidas a Cristina Kirchner: el 9, en la Plaza de Mayo, y el 10, en el Congreso. La primera convocatoria se originó en las redes sociales y tiene como impulsores a simpatizantes inorgánicos, a los que la Presidenta bautizó como los «empoderados». La segunda marcha tiene el sello de La Cámpora.
A las objeciones que generó la convocatoria, que incluyeron cuestionamientos por lo bajo en el interior del oficialismo, se sumó ayer la crítica de Pedro Robledo, referente de la juventud de Pro. «Históricamente, el día de la asunción salen a la calle los argentinos que quieren celebrar la llegada del nuevo gobierno. La convocatoria de La Cámpora parece un acto de gran provocación, dado el nivel de confrontación que hubo en los últimos 12 años», sostuvo.
La idea de la agrupación era concentrarse en la plaza Congreso y dejar libre la Plaza de Mayo para los manifestantes que quisieran ir a celebrar la asunción de Macri. Pero si llega a imponerse el plan para que el traspaso de la banda se haga en la Casa Rosada, no habrá lugar para Cristina en la ceremonia de jura, que se hace en el Congreso. Entonces
¿qué sentido tendría la marcha?
La Cámpora sostiene que la convocatoria es pacífica y que tiene como único objetivo acompañar a Cristina hasta el último minuto de su gestión. No la quieren dejar sola. El comunicado plantea además que la agrupación siente la necesidad de celebrar las condiciones en las que la Presidenta terminará su gestión.