La investigación criminal a la FIFA que adelanta Estados Unidos se ha expandido más allá de las acusaciones reveladas hace algunos meses y los fiscales estadounidenses ahora anticipan presentar cargos adicionales contra individuos y entidades.

La fiscal estadounidense Loretta Lynch hizo el anuncio el lunes junto a su contraparte suiza Michael Lauber, quien investiga por separado cómo concedió la FIFA los derechos para realizar los Mundiales de 2018 y 2022.

Lynch no ofreció detalles sobre nuevos cargos y no quiso comentar sobre lo que llamó “la siguiente ronda de arrestos”. Pero especificó que las entidades que fueron halladas usando el sistema financiero estadounidense para llevar a cabo prácticas ilegales o que llevaron a cabo negocios en el país podrían ser acusadas.

En sus primeros comentarios públicos desde finales de mayo, cuando el Departamento de Justicia y las autoridades suizas revelaron las acusaciones, la fiscal ofreció una actualización del caso que acusa a 14 funcionarios de la FIFA y otros ejecutivos de concierto para delinquir, fraude electrónico y lavado de dinero. Trece de los sospechosos, que incluyen a varios miembros actuales o antiguos del comité ejecutivo de la FIFA han sido arrestados, dijo Lynch. Tres de ellos se encuentran en EE.UU., donde han sido presentados ante una corte federal en Brooklyn.

Otros 10 sospechosos esperan su extradición en Suiza y otros tres países, dijo.

“Nuestro mensaje es claro: ningún individuo está por encima de la ley”, dijo en su discurso ante la Asociación Internacional de Fiscales. “Ninguna organización corrupta está más allá de su alcance”.

Lynch se abstuvo de discutir el futuro del asediado presidente de la FIFA Sepp Blatter- Él no fue nombrado en las investigaciones, pero al conocerse la investigación anunció que renunciaría a su cargo, el cual ha ocupado desde 1998. FIFA elegirá a su sucesor el 26 de febrero.

Lynch llevó a cabo su conferencia de prensa en el mismo hotel que albergó a los delegados de Concacaf y Conmebol, las federaciones que representan a Norteamérica, Centroamérica y el Caribe y a Sudamérica. Ambas han estado en el núcleo de la investigación estadounidense, que los identificó como centros de corrupción ligada a la venta de derechos televisivos y de marketing. Los siete funcionarios de estas federaciones arrestados en mayo tenían lazos cercanos a los grupos.

Los comentarios de la fiscal general estadounidense se presentan 10 días antes que el comité ejecutivo de la FIFA se discuta las propuestas de reforma en su reunión ordinaria.

Paralelamente a la pesquisa estadounidense, investigadores suizos allanaron los hogares de varios funcionarios de la FIFA y personas ligadas a la organización en el occidente de Suiza, según Lauber. Archivos, servidores y documentos fueron confiscados y al menos un apartamento en los Alpes suizos fue incautado.

“Las inversiones en bienes raíces pueden ser usadas de manera irregular con el propósito de lavar dinero”, dijo Lauber.

El funcionario se abstuvo de decir qué casas fueron allanadas o incautadas. También señaló que las autoridades investigaban 121 cuentas bancarias.

Ni Blatter ni el secretario general de la FIFA Jérôme Valcke han sido identificados como sospechosos en la investigación suiza, aunque los investigadores también podrían hablar con ellos en el futuro. “Aún no hemos hablado con Blatter o Valcke, pero no descarto hacerlo en el futuro”, dijo Lauber.