Con una caída del 6,1% en agosto y el empleo en baja, la industria metalúrgica entra en zona crítica. Los empresarios piden medidas urgentes.

• La producción metalúrgica cayó 6,1% interanual en agosto y se mantiene 17% debajo de su máximo histórico.
• El empleo retrocedió 2,9% en un año y las expectativas empresarias anticipan estancamiento o nuevas bajas.

La actividad metalúrgica volvió a mostrar señales de debilidad en agosto, con una caída del 6,1% interanual y un retroceso del 2,3% respecto de julio, según el informe de ADIMRA. En lo que va del año el sector apenas crece 1,6% y se mantiene 17% por debajo de su máximo histórico, mostrando un estancamiento prolongado. La utilización de la capacidad instalada se redujo a 44,8%, uno de los valores más bajos en términos históricos, similar a los meses más duros de la pandemia de 2020.

Por rubros, Maquinaria Agrícola (-1,9%) y Carrocerías y Remolques (+6,8%) que venían liderando el crecimiento pasaron a mostrar signos de desaceleración. La maquinaria agrícola registró en 2025 su primer desempeño negativo, interrumpiendo la tendencia de recuperación. 

Los sectores de Autopartes (-12,6%), Fundición (-14,4%) y Bienes de Capital (-8,1%) profundizaron sus caídas y continúan siendo «los principales focos de debilidad dentro del entramado metalúrgico». Otros segmentos como Productos de Metal (-7,1%), Equipos Eléctricos (-3,4%) y Equipamiento Médico (-1,6%) también revirtieron el impulso que mostraron meses atrás.

El empleo en el sector sigue en baja: cayó 2,9% en términos interanuales y 0,5% contra julio. Para el presidente de ADIMRA, Elio Del Re, «la industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, que ni siquiera alcanzan a revertir la profunda caída de 2024». 

Y advirtió: «Necesitamos políticas activas que reconstituyan el tejido productivo, porque de lo contrario los niveles actuales pondrán en riesgo el empleo. La salida para el país es con más industria y con todos los sectores trabajando en conjunto».

Las perspectivas tampoco son alentadoras: el 74,4% de las empresas espera que su producción se mantenga igual o caiga en los próximos meses, lo que refleja un aumento de la percepción de estancamiento. Las expectativas de empleo son igualmente frágiles: el 90,5% de las firmas no prevé contratar personal o planea reducir su plantilla, confirmando que la debilidad de la industria podría seguir impactando en el mercado laboral.