Los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000 han crecido en un periodo de cambios muy rápidos, lo que ha determinado la forma en que utilizan sus recursos financieros. Te contamos en qué gastan.
La generación millennial, una de las más numerosas en la historia, está entrando a su época de oro en cuanto a poder de compra. Tan sólo en Estados Unidos en 2015 había 92 millones de jóvenes de entre 15 y 35 años de edad, según un estudio realizado por Goldman Sachs.
Esta generación, al mejorar su situación económica (resultado de su esfuerzo laboral) también mejora sus condiciones de vida, cambiando por completo la forma en que destinan los recursos financieros.
Según el mismo estudio, los millennials son los jóvenes nacidos entre 1980 y 2000. Esta generación ha crecido en un periodo de cambios muy rápidos, lo cual los ha llevado a fijar prioridades y crearse expectativas muy diferentes de las de generaciones anteriores, cambiando por completo la manera en que gastan frente a como se hacía hace algunos años.
Aquí los 5 principales rasgos financieros de un millennial:
1. Vivienda. Cuando estos jóvenes entran a su etapa económica más productiva (a partir de los 30 años) su negación por entrar al mundo de la compra de bienes inmuebles cambia. Tan sólo de 2005 a 2010, el porcentaje de jóvenes entre 18 y 34 años que deciden quedarse en casa de sus papás, incluso una vez que han formado parte de la fuerza laboral, pasó de 26.9% a 29.9%.
2. Matrimonio y vida personal. En la década de 1970, la edad promedio para casarse era los 23 años, y para 2010 se ubicó en los 30. Para muchos, el matrimonio es un gasto que puede esperar. Tan sólo de 1960 a 2010 el porcentaje de jóvenes entre 18 y 31 años casados que viven en casa propia disminuyó un 50%.
3. Acceso a cosas materiales. Tal como pasa con los bienes inmuebles, los jóvenes de esta generación están optando por el acceso a bienes en lugar de la compra. El rechazo a adquirir carros, música y bienes de lujo ha sido producto del uso de la tecnología para tener acceso a música ilimitada con un pago mensual, un carro con un chofer a la puerta de su casa, todo esto con el fin de evitar un compromiso mayor (como una compra) y de dar paso a lo que llamamos “una economía compartida”.
En el estudio mencionado se realizó la pregunta “¿Qué tan importante es para ti ser dueño de un carro, una casa y una bolsa de lujo?” Las respuestas confirman que los jóvenes no buscan ser dueños de cosas materiales, pero sí vivir experiencias. Del estudio se resume lo siguiente:
El 25% de los jóvenes encuestados declaró tener planeado comprar un auto sólo si lo necesita en un caso extremo, y otro 30% dijo que adquirir un carro no está en sus planes a corto plazo.
Un 30% de los encuestados comentó que comprar una casa es una actividad importante pero no una prioridad.
En cuanto a bienes de lujo o marcas reconocidas, otro 25% dijo que no tiene planeado adquirir una bolsa o un bien de lujo en un futuro cercano, mientras que 30% dijo que es importante pero que no es una prioridad en sus finanzas.
4. Uso de la tecnología. El uso de la tecnología ha transformado la manera en que los jóvenes perciben las marcas; la posibilidad de comparar productos, precios y tener acceso a comentarios de otros usuarios a través de plataformas tecnológicas les permite exigir una mayor calidad en los productos al precio más conveniente. Para el año 2015, el 57% de los millennials afirmó comparar precios y calidad de productos (en sucursales o en línea) antes de adquirirlos.
5. Fitness. Para la generación millennial, el bienestar es una actividad diaria. Los jóvenes se ejercitan más, comen mejor e incluso en algunas culturas fuman menos. Utilizan apps para contabilizar sus rutinas y plataformas para encontrar la comida más sana, y precisamente es este rubro al que están más dispuestos a destinar sus ingresos.
Para estos jóvenes, la definición de estar sano no sólo significa no estar enfermo, sino un compromiso a comer más sano, ejercitarse más y reducir vicios. La industria deportiva ha presentado un gran crecimiento en ventas a lo largo de los años; tan sólo de 2009 a 2013 esta industria creció 11%.