Lo informó la televisión helena. El gobierno de Syriza busca terminar con el rescate europeo porque no quiere seguir aplicando las políticas de ajuste que le imponen con los préstamos.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona y Grecia fracasaron hoy en las negociaciones para encontrar una solución a la deuda del país heleno por 320 mil millones de euros (175% del PBI). «Son una pérdida de tiempo, por eso no puede haber ningún acuerdo bajo esas circunstancias», dijo a la televisión griega Nerit un miembro del gobierno de Syriza que no permitió difundir su nombre.

«El gobierno griego no se movió nada», dijo el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble. Antes del encuentro del Eurogrupo, como se llaman las periódicas reuniones de los ministros de Finanzas, ya se había mostrado «muy escéptico» sobre la posibilidad de una solución.

Grecia no quiere seguir con el programa de rescates europeos, por el que el país recibió 240 mil millones de euros a cambio de reformas estructurales y de austeridad en el gasto público, dos políticas que en opinión de muchos votantes provocaron un desempleo del 26% y llevaron a un tercio de los griegos a vivir en riesgo de pobreza.

El recién elegido gobierno de Alexis Tsipras también responsabiliza a esas políticas de una «crisis humanitaria» en Grecia y quiere deshacerse de los ajustes. Como renunciar a ellos significa también renunciar al salvataje europeo, para atender a los próximos vencimientos, el ministro de Finanzas Yanis Varoufakis pidió al Banco Central Europeo (BCE) el giro de los beneficios obtenidos por los bonos griegos en su poder.

También solicitó de la autoridad monetaria europea un permiso especial para que el Tesoro de Grecia emitiera 8 mil millones de euros extra en deuda a corto plazo. Ninguno de los dos pedidos fue atendido por el banco que dirige Mario Draghi, presumiblemente por la presión del gobierno de Angela Merkel, en Alemania, que a pesar de los cinco años de parate económico en la Eurozona sigue considerando la austeridad y las reformas estructurales como la única salida a la crisis.

Bajo la órbita de Schäuble, los ministros de la Eurozona prefieren que Grecia cumpla con sus vencimientos usando una extensión del rescate europeo y, por supuesto, que siga con los ajustes a los que obligan los términos de ese rescate.

«Como el gobierno griego no quiere ningún programa, no tengo que pensar sobre ninguna opción», dijo hoy Schäuble. «Lo que necesitamos es tiempo para poner en práctica nuestros planes de reforma (…) Grecia será otro país en seis meses», había dicho Tsipras al semanario alemán Stern.

«El tiempo no ha solucionado hasta ahora ningún problema», dijo el ministro de Finanzas austriaco, Jörg Schelling. Su par en España, Luís de Guindos, también dejó en claro la postura de Madrid: «Para nosotros hay una línea roja que no se puede pasar y es que los préstamos hay que devolverlos en su integridad, ese es un tema importantísimo que yo creo que está aceptado por prácticamente todos».